Hola ,
William Faulkner (Premio nobel de literatura en 1949) en su novela las palmeras salvajes escribió: “Entre el dolor y la nada, prefiero el dolor”. La frase es muy diciente de como muchas personas ante la ausencia de cosas positivas, prefieren el dolor y esto también aplica en el mundo laboral.
Un hijo que es rebelde y prefiere que lo castiguen a seguir pasando inadvertido para sus padres; Una esposa que prefiere el maltrato a que su esposo la deje; Un joven que usa un arma para hacer daño a personas que no conoce y prefiere la cárcel o una muerte violenta que continuar siendo un “don nadie”; Un colaborador que prefiere hacer lo menos posible en sus labores (o entorpecer al equipo) que darla toda por un líder o grupo que nunca le reconoce nada bueno…
Hilando más delgado con la frase y con los ejemplos que te comparto estamos llamados como líderes y compañeros a no dejar que las buenas acciones pasen inadvertidas, en otras palabras, a reconocer que hay un ser humano, en hacerlo visible, grande, importante, en alimentarlo de caricias positivas: Un gesto amable, una sonrisa, una palmada en el hombro, las gracias a un correo recibido, al finalizar una reunión virtual, el reconocimiento a un logro, a un esfuerzo, para que ese colaborador no elija el dolor, todo lo contrario: para que elija crecer en tu equipo.
Tres consejos para fomentar en tus colaboradores el reconocimiento:
- Enseñar a reconocer: Parece obvio, pero muchas personas no saben reconocer (¡o no les nace hacerlo!). Existen muchos prejuicios alrededor, que si se reconoce lo bueno de alguien esa persona se va a “relajar” o a “crecer” en el equipo. Debemos romper esos paradigmas y ese EGO para entregarles el conocimiento, la disposición y la humildad para reconocer a otros.
- Dar herramientas para reconocer: Generar espacios apropiados, actividades semi guiadas, elementos para incentivar que las personas sean conscientes de las cosas buenas que tienen sus compañeros y de esta manera se animen a reconocer.
- Fomentar el reconocimiento sincero, concreto e inmediato.
A la hora de relacionarnos con el otro, no sirve de nada la relación toxica (el insulto, la presión innecesaria, la humillación), mucho menos la relación desentendída (la ignorada, el desconocimiento, la nada), pero una relación basada en el reconocimiento potencializa la confianza, el bienestar y la productividad de tu equipo.
Te comparto las cuatro etapas que desde Evolución manejamos cuando co-creamos los programas de reconocimiento en las organizaciones:
¡Transforma tu cultura organizacional y empieza a reconocer lo mejor de tu equipo hoy mismo!
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