¿El líder vulnerable?

¿El líder vulnerable?

“El líder debe ser vulnerable” es una frase que he venido escuchando mucho desde la academia, en encuentros de liderazgo y que busca orientar a las personas que ejercen un rol de liderazgo a tener más apertura personal con sus equipos, pero: ¿Estamos realmente preparados para ser líderes vulnerables? ¿Cuáles son los beneficios y los temores de adoptar esta iniciativa?

Lo primero: ¿Qué entendemos por líder vulnerable?

Es aquel líder que tiene la humildad de abrirse a sus equipos, contar sus temores, admitir sus equivocaciones, dudar, es decir: Permitir que las personas realmente vean lo que el líder está sintiendo o pensando acerca de determinada situación.

Beneficios:

  • Genera mayor confianza en sus colaboradores, impulsa el compromiso de estos al hacerlos sentir que hay un ser humano de carne y hueso, como ellos.
  • Permite generar conversaciones más profundas con sus equipos, también se sentirán con la confianza para hablar sin temores y de esta manera conocer lo que ellos sienten y piensan.
  • Permite generar mayor calidad en los espacios de retroalimentación e ideación alrededor de retos a trabajar.
  • Un líder vulnerable no tiene temor en reconocer las cosas buenas a sus compañeros, a hacerlos sentir importantes, impactando positivamente el clima laboral.

Los líderes que se proyectan como invencibles pueden tener dificultades para que sus equipos expresen lo que realmente pasa, piensan o sienten acerca de una situación, sin embargo, cuando compartes más de ti mismo, tus oportunidades, desafíos, incertidumbres e incluso inseguridades, ofreces la posibilidad para que otros hagan lo mismo (siguen el ejemplo del líder).

Si bien la responsabilidad normalmente recae en el líder, llegar al resultado es más bien una tarea colaborativa, una que requiere humildad, coraje, conexión, apertura a las ideas y crítica. La vulnerabilidad captura todas esas cualidades y ayuda al líder a crear el tipo de entorno en el que los desafíos se enfrentan de frente y las discusiones francas se reciben como una señal de fortaleza.

Los cambios requieren que se desate la creatividad colectiva del equipo, necesitamos personas para innovar. Esto requiere un alto nivel de confianza para no temer al error, y contar con un líder que tenga apertura a la equivocación y lo vea como fuente de aprendizaje, es clave en cualquier proceso de transformación.

Hace poco el banco más grande de mi país tuvo un problema gigantesco con sus clientes, desde el presidente y su equipo de vicepresidentes elaboraron una carta reconociendo abiertamente el error y mostrando el camino que iban a seguir, me pareció un gran gesto de vulnerabilidad que muy seguramente años atrás no hubiera sido tan fácil de ver.

Te comparto 3 ideas para que revises si las puedes poner en práctica:

Empieza poco a poco: Intercambiar historias personales es una de las formas más poderosas en que los líderes pueden empezar a tener apertura. No tiene por qué ser una gran revelación, simplemente algo que te sientas cómodo de compartir para que te conozcan un poco más.

Comparte experiencias formativas: Es común que los líderes no asistan a los espacios formativos y solo mandan a sus equipos. Te invito a que vayas acompañes a tus equipos en los espacios formativos, compartas como uno más que desea aprender, que se equivoca, que aporta, pero desde ser uno más.

Ante los errores: Admite los errores y mantén la conversación sobre lo que puedes hacer para enmendarlos y los aprendizajes obtenidos, estarás dando ejemplo de cómo tu equipo deberá comportarse cuando aparezcan los errores y equivocaciones en su trabajo.

Muchos lideres pueden encontrar que la vulnerabilidad es la antítesis de su noción de líder fuerte y seguro de sí mismo, sin embargo, recuerda esto: “Las certezas se construyen en conjunto.”

Nos vemos en una próxima edición de nuestras Píldoras Evolutivas…

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