Estamos en una época de constante cambio y cada vez es más importante que las empresas y los equipos estén dispuestos a transformarse y evolucionar en el proceso, por ello vemos una gran tendencia y necesidad en que las empresas pasen de ser tradicionales a empresas ágiles.
Entendamos por un equipo tradicional, como el equipo de personas asignadas a un proyecto para entregar un resultado prescrito específico apropiado al nivel de experiencia del individuo. Los equipos tradicionales pueden ser funcionales, multifuncionales, virtuales y autodirigidos.
Los equipos tradicionales funcionan dentro de las organizaciones tradicionales.
Ellos siguen un proceso rígido y bien documentado y típicamente se les dice qué hacer, lo que permite un poco o ninguna creatividad e innovación.
Echemos un vistazo a las características clave de los equipos tradicionales:
• Los equipos tradicionales siguen la dirección. • Son rígidos. • Son reacios al cambio. • Priorizan las políticas y los procedimientos sobre el equipo o el cliente. • Hay desmotivados.
Por el contrario, el equipo Agile es un equipo auto organizado de personas motivadas que se centran en ofrecer el máximo valor a sus clientes en el menor tiempo posible. Las personas de un equipo ágil se toman el tiempo para reflexionar colectivamente, hacer los ajustes necesarios en cómo funciona el equipo, y continuamente se esfuerzan por ser mejores.
3 Claves a desarrollar para convertir un equipo tradicional en uno ágil:
La primera premisa ineludible es la formación de pequeñas unidades de trabajo que funcionen por su cuenta y tengan un alto grado de interacción. Deben ser ‘cross’-funcionales y sobre todo recibir feedback del cliente continuamente.
Foco en el cliente y adaptación al entorno
Conocer el punto de vista del cliente de primera mano y continuamente, permite ajustar rápidamente las ofertas y los métodos de producción. Eso conlleva una alta satisfacción del cliente y un sentimiento de acompañamiento.
Red de equipos de alto rendimiento
La red de equipos encarna la agilidad de la organización, siempre y cuando logren ser autónomos, con ciclos cortos y rápidos aprendizajes (Ensayo y Error)
Si deseas ser un líder ágil debes aprovechar la energía creativa y la motivación de los individuos de sus equipos, inspirarlos y empoderarlos para que hagan su mejor trabajo. ¿Te preguntas cómo lo harías?
Tenemos para ti una sencilla guía de 6 pasos Claves para impulsar la filosofía agile como directivo, dale clic al siguiente botón para descargarla.