Según un estudio de Carol Dweck, profesora de psicología en la Universidad de Standford, en su libro “Mindset La actitud del éxito”, clasifica 2 tipos de mentalidades: la mentalidad fija y la de crecimiento. Con mentalidad fija, a las personas que creen que la inteligencia es innata e inmutable, y con mentalidad de crecimiento, aquellos que creen que sus habilidades pueden mejorar gracias al entrenamiento y el esfuerzo.
Los descubrimientos que derivaron de este estudio fueron muy interesantes.
Aquellos individuos con una mentalidad fija consideraban que ellos habían fallado, que era intrínseco a su persona y que no podían cambiarlo y superarlo, por lo que dejaban de intentarlo; estaban más preocupados de su inteligencia que en la posibilidad de aprender. Mientras aquellos individuos con una mentalidad de crecimiento consideraban que cometer errores o enfrentarse a nuevos retos eran oportunidades para mejorar, aprender y en última estancia crecer. Estos individuos tendían a trabajar duro y arriesgarse, aunque ello involucrara equivocarse.
Te preguntarás y ¿cómo puedo aplicar esta información en mi empresa?
Como líderes de un equipo es muy importante que aprendamos a construir espacios seguros y modelar una mentalidad de crecimiento. Y puedes empezar con las sencillas estrategias:
• Céntrate en el proceso de aprendizaje, no solo en los resultados. • Reconoce esos momentos de dificultad y encuentra la manera de ayudar o guiar al colaborador para que comprenda el proceso en el que se encuentra y siga hacia adelante a pesar de las dificultades.
Por lo tanto, reconocer el esfuerzo, mostrar apoyo y ánimo son posibles estrategias para crear una mentalidad de crecimiento. Por ejemplo, si un colaborador dice “esto no se me da bien” podemos responder “todavía”.
Otra estrategia para reforzar este comportamiento se basa en dar ejemplo como líder, demostrando que nosotros también atravesamos las mismas dificultades. Por ejemplo, diciendo “no sé la respuesta a esa pregunta, pero vamos a solucionarlo juntos” o comentando un error que hayamos cometido y lo que hemos aprendido en ese proceso, son algunas maneras de demostrarle al equipo que tú también tienes mentalidad de crecimiento.
Espero pongas en práctica estas sencillas estrategias y fomentes un equipo que siempre busque una mentalidad de crecimiento, ya que es clave para avanzar en los retos de compañía y por supuesto, esta mentalidad se puede desarrollar, generando espacios de información y entrenamiento adecuados.