El poder de los Introvertidos

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¿Tienes personas introvertidas en tu equipo de trabajo y te gustaría sacar lo mejor de ellas? Pues hoy quiero compartirte algunas ideas al respecto.

La investigación de Susan Cain, expuesta en su libro Quiet: The Power of Introverts in a World that Can’t Stop Talking (Silencio: El poder de los introvertidos en un mundo que no puede dejar de hablar), nos comparte que las personas que no participan mucho en los debates, reuniones o espacios formativos, frecuentemente son pensadores muy valiosos; aunque no expresan sus ideas de forma consistente o pública, generalmente aportan soluciones y conocimientos que otros no tienen, a menudo porque son oyentes más cercanos y pensadores más profundos.

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También nos lleva a reflexionar acerca de cómo los seres humanos, de la mayoría de las culturas crecemos (con la publicidad y otros mensajes sociales) que la extroversión es superior a la introversión. Es decir, que una persona con una voz y un estilo rápido, asertivo, siempre opinando sugieren liderazgo, confianza e inteligencia; mientras que una voz y un estilo más lentos, reflexivos y raramente compartidos sugieren incertidumbre, vacilación e incluso falta de inteligencia.

Nada más alejado de la realidad: ¡Ni el callado es poco inteligente, ni el que siempre habla más es una lumbrera!

Hoy quiero compartirte 6 tips que puedes utilizar como líder de equipo o de un espacio formativo, para sacar lo mejor de los introvertidos:

1. «Pensar, Articular, Compartir»: Debemos dar a las personas introvertidas el tiempo necesario para pensar en lo que quieren decir antes de que se les pida que hablen. Sabemos de la facilidad de las personas extrovertidas para apoderarse de una discusión, a veces sin llevarla a ningún sitio interesante. Si el objetivo es atraer a nuestros introvertidos a las discusiones, tener tiempo para pensar lo que quieren decir -y cómo quieren decirlo- hará que sea mucho más probable que hablen durante la discusión.

2. Utiliza grupos más reducidos y/o sin grupos: La regla general para el tamaño de los grupos de conversación alrededor de un tema suele ser 4-5 personas, al menos como se aborda en los espacios organizacionales. Si pensamos en los colaboradores introvertidos, para ellos es difícil insertarse en una conversación entre muchas personas. Te recomiende que diseñes ejercicios en parejas o individuales.

3. Date tiempo para dar la palabra: Es común en nuestro rol de lideres escuchar repetidamente a los mismos colaboradores durante las reuniones, en parte porque no esperamos lo suficiente a que se levanten más manos. A veces sentimos como líderes del espacio la necesidad de escoger rápido (o premiar al primero) para que nos contesten una pregunta. Amplía el tiempo de espera para que la mayoría de las manos se levanten. Los introvertidos no levantan la mano con la misma valentía que los extrovertidos; tienes que convertirte en una lector de mentes que percibe incluso las señales más sutiles de quien quiere hablar. «Mi apreciada Sandra, me parece que tienes algo que decir…» podría servirte para ayudarlos a interactuar.

4. Permita que los colaboradores utilicen formas alternativas para compartir sus idea: Los introvertidos no se quedan callados porque no tengan nada que decir, lo que pasa es que no les gusta hablar delante de sus compañeros. Por lo tanto, nos corresponde variar las formas de participación de los colaboradores y ofrecerles opciones para expresarse. Tableros colaborativos, tarjetas, presentaciones, imágenes, son opciones que podrías tener en cuenta para fomentar la participación.

5. Cree una cultura que aprecie el pensamiento diferente: Asegúrese de que se celebran las ideas diferentes. Cuando un colaborador de una respuesta, evite decir «Esa no es la respuesta que buscaba», puesto que aumentarás en él y en el resto la probabilidad de no querer participar más. La creación de una cultura de apertura se reduce a que los líderes reconozcan el poder potencial de las diferentes ideas, reconozcan la participación y construyan un ambiente seguro para todos al momento de hablar.

6. Hacer una estrategia y llegar a acuerdos con los colaboradores en torno a su participación: Al final, como líderes buscamos que nuestros equipos crezcan, al mismo tiempo que honramos su introversión, sería irresponsable no prepararlos para la participación en los debates dentro de la organización, más aún que son habilidades que le servirán para su vida. La clave es que se trata de una conversación con el colaborador que conduzca a un conjunto de estrategias y acuerdos. Por ejemplo, cuando un colaborador no habla en las reuniones de equipo, no lo fuerces, puedes conversar en privado al final sobre su participación. El enfoque más exitoso es acordar no que nunca los vas a poner en un aprieto llamándoles de repente, pero a cambio le pides que preparen un tema con anticipación, lo que les ayudara a combatir la sensación de no querer saltar al ruedo de imprevisto o de que ya se había dicho todo.

Espero que le saques provecho a estos TIPS, los pongas en practica y los compartas con las personas que consideres, de está manera todos crecemos.

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