Sabes mejor que yo que el éxito de los objetivos organizacionales depende no solo de planear bien, sino de ejecutar realmente lo que se planea.
¿Cuántas veces vamos a presentar las actividades que deseamos hacer para alcanzar los objetivos y nos damos cuenta que nos sirve la misma presentación de los años anteriores? Es decir, nos damos cuenta que estamos planeando lo mismo que dijimos íbamos hacer hace tiempo. Nos damos cuenta (entre risas internas y algo de pena ajena) que no ejecutamos, que el día a día nos absorbió.
El poder cerrar la brecha entre lo que decimos que vamos a hacer y lo que finalmente hacemos es uno de los problemas más comunes el liderazgo. Puede suceder que se planifique de la mejor manera, pero que en la práctica no se ejecute mayor cosa respecto a lo planeado.
Por ello hoy queremos compartir una actividad para que hagas con tu equipo.
Ponlos a ver el siguiente video.
Una vez lo vean, realízale las siguientes preguntas (si se te ocurren otras, perfecto):
¿Qué pasó? Orienta la conversación a escuchar sus reflexiones acerca de lo que ha sucedido. ¿Hubo planeación? ¿Podríamos asociar lo sucedido con alguna situación en la empresa? ¿Por qué nos pasa eso? ¿Qué podríamos hacer?
Y en la conversación seguramente generarán algunas ideas, pero lo importante es que logres hacer conciencia acerca de la brecha que existe entre planear y ejecutar.
Adicional a esta reflexión, quisiera compartirte un marco de referencia para cerrar la brecha ente lo que uno planea y lo que uno ejecuta: las 4 disciplinas de la Ejecución
Las 4 Disciplinas de la Ejecución(4DX) es una fórmula simple, repetible y probada para ejecutar sus prioridades estratégicas más importantes en medio del torbellino cotidiano. ¿Cómo? Siguiendo al pie de la letra las 4 disciplinas:
Primera disciplina Enfocarse en lo crucialmente importante: Todos en el equipo tiene perfectamente claro y están comprometimos con las pocas prioridades superiores absolutas que definen el éxito. La “Meta Crucialmente Importante” (MCI) es la que debe lograrse, o nada más de lo que usted logre importará mucho realmente.
Segunda disciplina: Actuar sobre las medidas de predicción: Todos saben y se comprometen con pocas actividades “80/20” que tendrán el mayor impacto; luego usan las “mediciones de predicción” para rastrear esas actividades implacablemente.
Tercera disciplina: Llevar un tablero de resultados: Todos saben las medidas críticas de éxito y, en cada momento, si están ganando o no. Un marcador atractivo motiva a las personas a ganar.
Cuarta disciplina: Crear una cadencia de rendición de cuentas: Todos de manera frecuente y regular rinden cuentas del progreso hacia las metas. Cada equipo se compromete a una simple “Sesión de MCI” semanalmente para rastrear los éxitos, analizar las fallas, y “corregir el curso” conforme sea necesario.
Esperamos que pongas en práctica estas 4 disciplinas y ya sabes que si deseas profundizar en la aplicación de esta metodología con tu equipo con gusto te acompañamos a través de nuestros espacios formativos.